Planificamos conocer Colombia y en
Octubre del año 2011 ingresamos por Bogotá, seguimos por Cartagena de Indias, y
finalizamos en la Isla de Barú. Esta pincelada la destinaré a Cartagena de
Indias, las dos localidades restantes las dejaré para otra oportunidad.
La ciudad de Cartagena de Indias,
consta de dos sectores edilicios bien diferenciados, la ciudad nueva con
edificios modernos y avenidas a ritmo urbano, y la ciudad antigua amurallada,
el icono, la genuina, con edificación de arquitectura colonial perfectamente conservadas.
Se atribuye a Pedro Heredia su fundación el 1º de junio de 1533.
Fue uno de los puertos más
importantes del virreinato de la Nueva Granada. En sus orígenes puerto negrero,
desde donde zarpaban hacia España galeones repletos de oro, especies y costosas
mercancías que eran tentación para los piratas. Sufrió ataques, bloqueos,
incendios y destrucción, que explican el por qué de las murallas, y su
apelativo de “La Ciudad Heroica”.
Fue muy importante la ubicación del
hotel seleccionado, ubicado en Bocagrande zona de hoteles frente al mar
Caribeño y a 15 minutos del casco histórico. Nos permitió disfrutar horizontes
con los dos sectores de la ciudad. Nos encontramos con un área plena de
dinamismo, edificios de moderna construcción, restaurantes, espectáculos,
centros comerciales, joyerías, y fundamentalmente el mar y sus playas.
Llegamos en las proximidades de Halloween |
Colaborando con la Bruja |
Comenzaré con la visita a lugares
históricos fuera de las murallas. El comienzo del tour fue divertido al trepar,
ese es el vocablo exacto, a una “Chiva Cartagenera o Rumbera”. Es el bus
colectivo más popular en Cartagena, de madera, pintados de colores fuertes, la
mayoría con largos bancos tapizados, sin puertas ni ventanillas, en las
excursiones nocturnas van acompañados en su parte trasera por orquesta que se
encargan de ejecutar vallenato y la cumbia géneros musicales autóctonos, además
de merengue, rumba y salsa.
No quieran Uds. conocer como se llega al fin de la
jornada después de haber ascendido y descendido en cada escala y soportado el
asedio de los vendedores ambulantes ofreciendo bebidas para mitigar el calor
húmedo, artesanías, frutas, golosinas; eso sí, cada escala estaba acompañada de
música pegadiza y movida.
Durante el tour pudimos apreciar:
barrios residenciales, el monumento a la India Catalina, la Bahía de las
Ánimas, El Laguito, su Buque Escuela, una moderna marina, la Terminal Marítima,
clubes náuticos, clubes de pesca, centros comerciales, hoteles, etc.
Los lugares de
mayor interés:
Monumento a los Pegasos. Ubicado en
la Bahía de las Ánimas es un monumento de tres míticos corceles.
Iglesia de la Tercera Orden. Ubicada
en el barrio de Getsemaní, de características similares en su fachada y en
muchos detalles a la Iglesia de Santo Toribio. Es de destacar su techo de
madera. En la foto se aprecia también el Centro de Convenciones de Cartagena.
Zapatos Viejos. Monumento ubicado en
la parte trasera del Castillo de San Felipe, en homenaje al poeta cartagenero
Luis Carlos López, autor del poema del mismo nombre.
Castillo de San Felipe. Obra de
ingeniería militar española. Después de ascender una pronunciada pendiente
originada por las murallas altas nos encontramos con cañones, túneles,
pasadizos secretos, galerías subterráneas, almacenes de pólvora, calabozos, patios,
que nos transportaron a siglos pasados. Por supuesto no falta la tienda de
regalos.
Convento de la Candelaria. Ubicado
en la parte superior del Cerro de la Popa, el más alto de Cartagena. Su historia se remonta al año 1606.
Un claustro y una ermita conforman esta edificación religiosa donde los
peregrinos llegan a venerar a su patrona la Virgen de la Candelaria.
Desde esta legendaria construcción
se aprecia una espectacular vista de Cartagena y su mar, el puerto, el manglar,
la ciudad moderna, el casco histórico, los barrios humildes de la periferia.
Las Bóvedas. Conjunto de 23 bóvedas,
por el cual transitaban las tropas en tiempo de guerra, sirviendo de refugio
ante el fuego invasor. En sus orígenes también fue cárcel y almacén de víveres
y pólvora.
Luego de su restauración en su
interior funcionan tiendas artesanales, de antigüedades, negocios de arte,
joyerías con las características esmeraldas, bares, etc. Los precios están
preparados para soportar el regateo y dejar contento al cliente.
Las Palenqueras, mujeres de color y
mulatas, simpáticas, pechugonas, sus dientes muy blancos que adornan una
permanente sonrisa, visten blusas coloridas, polleras largas y un cuenco en la
cabeza donde apoyan los recipientes con productos para vender. Por supuesto
acceden a sacarse fotos a cambio de una tarifa que debe regatearse.
Espectacular Atardecer Caribeño. Los
coches de plaza, las farolas, las murallas, los fortines, llevan a que se mire
el mar e imaginar carabelas, continuos asedios de piratas y corsarios, e
historias de tesoros.
Como en todos los lugares de turismo
internacional el tour finalizó con una oferta comercial, en esta oportunidad en
una fábrica donde los orfebres elaboran verdaderas obras de arte en esmeraldas
talladas a mano engarzadas en oro. Colombia provee el 55% de las esmeraldas que
se ofrecen en el mundo, por supuesto no falta un museo donde exhiben ese
patrimonio comercial y cultural.
La jornada siguiente fue dedicada a
visitar el Centro Histórico, nos costó esfuerzo prescindir de las ofertas de
los coche de plaza y con elemento cartográfico en mano, allá fuimos a pesar de
la lluvia.
Este conjunto histórico, las
fortalezas y el puerto fueron declarados por la Unesco en 1984 Patrimonio de la
Humanidad.
La Torre del Reloj. Da la bienvenida
a la Ciudad Amurallada, esta construcción de estilo neogótico se levanta como
parte de la muralla y es el símbolo arquitectónico más representativo de
Cartagena. Era La Puerta, único ingreso y egreso directo de la ciudad, desde
que en 1631 se completó el cerramiento de la muralla de 11 km de extensión, de
los cuales hoy quedan 8 km. También se le conoce como “Boca del Puente”. No
falta la evocación a los indígenas, africanos y europeos que forjaron la
ciudad.
Al transponerla, el tipo de imágenes
se repetirían a lo largo de las calles angostas y empedradas, con casas
antiguas de paredes en colores cálidos, y algunas en tono pastel. Balcones de
estirpe española, tallados en madera, bien conservados y decorados, con plantas
y macetas coloridas. Ventanas y puertas con herrería artesanal colonial.
Plaza de los Coches. Antiguo lugar,
llamado bazar de africanos esclavizados, recordemos que Cartagena de Indias era
el puerto principal del comercio negrero del siglo XVII. En el centro de la
misma se erige un monumento en memoria de Pedro Heredia, conquistador español
fundador de la ciudad. Hoy, son los coches de plaza los que
se estacionan a la espera de turistas.
Portal de los Dulces. Su antiguo
nombre Portal de los Esclavos, por allí desfilaban los esclavos que eran
vendidos al mejor postor. Hoy una serie de pequeños comercios atendidos en su
mayoría por mulatos ofrecen al paladar dulces elaborados con papayas verdes,
cocadas, bolas de tamarindo, merengues, caramelos de frutas tropicales,
cantidad y variedad de golosinas muchas de ellas desconocidos por nosotros. Una
buena cantidad de habitantes, principalmente mujeres, han ejercido la tradición
dulcera de generación en generación.
Catedral Santa Catalina de
Alejandría. Se comenzó a construir en 1575. Fue parcialmente destruida tras el
ataque del pirata británico Francis Drake. Fue reconstruida y rediseñada, su
altar mayor luce una obra completamente tallada en madera con acabados dorados.
Interesantes las columnas de piedra que sostienen el recinto.
Plaza Bolívar. Antiguamente llamada
de la Inquisición. Cuenta con inmensos árboles para guarecerse del intenso sol
durante el día.
A medida que la luz del día va desapareciendo cobra una actividad especial aportada por los artistas callejeros, música a la gorra y artesanos. Venta de sombreros que les llaman panamá (jipijapa), aunque distan mucho de los originales, que son fabricados en Ecuador.
Palacio de la Inquisición. En el año 1610, se instauró la Inquisición y su régimen de castigos. Está ubicado frente al parque de Bolívar, construcción elegante donde vivieron los inquisidores, su fachada es un ejemplo del barroco colombiano. Transformado en Museo y Archivo Histórico exhibe mobiliarios de la época, aparatos y cámaras de tortura, y documentación de la época.
Palacio de la Inquisición. En el año 1610, se instauró la Inquisición y su régimen de castigos. Está ubicado frente al parque de Bolívar, construcción elegante donde vivieron los inquisidores, su fachada es un ejemplo del barroco colombiano. Transformado en Museo y Archivo Histórico exhibe mobiliarios de la época, aparatos y cámaras de tortura, y documentación de la época.
Museo del Oro Zenú. Funciona en una
hermosa casa colonial, acondicionada para albergar esta completa colección de
oro y cerámica de las culturas pre colombinas. Cuenta con más de 600 piezas
estrechamente ligadas a la sociedad Zenú. Se trata de colecciones del año 500 A.C.
especialmente de pectorales, pezoneras, narigueras, etc., realizados en oro.
Iglesia y Plaza San Pedro Claver. Es
el templo de mayor importancia de Cartagena desde el punto de vista
arquitectónico. Bautizada en honor al Apóstol de los Negros, santificado por su
acción de salvaguarda de los africanos esclavizados.
La plaza rodeada de restaurantes,
tiendas de artesanías, joyerías, está decorada con curiosas figuras hechas en
hierro forjado representativas de la ciudad y sus habitantes. Es muy común
beber un “raspado”, combinación de leche condensada, frutas y granizado.
Plaza Santo Domingo. Sus dos
atractivos principales son la Iglesia de Santo Domingo y la estatua de “La
Gorda” Gertrudis. Es el epicentro de la noche, gracias a los bares, y a los
músicos, cuentistas y otros tipos de artistas que rodean la plaza desde el
atardecer. Se complementa con la actividad de los restaurantes, joyerías y
cafés.
Iglesia y Claustro de Santo Domingo.
Construcción iniciada a finales del siglo XVI, es el templo más antiguo de la
ciudad. Cuenta con la leyenda que una de sus torres inconclusas fue torcida por
el diablo. Otra es que el Santo Cristo situado en su altar, fue tallado por un
ángel.
Escultura de Gertrudis. Gordita de
650 kilos en plena plaza de Santo Domingo, obra donada por Fernando Botero, uno
de los artistas más famosos de Colombia.
Universidad de Cartagena. Es
pública, fue oficializada en el año 1827 por Simón Bolívar. Está localizada
frente a la plaza del Estudiante, edificio grande, antiguo, pintado de colores
llamativos.
La Calle de las Damas. La más ancha
y una de la más emblemática, era donde paseaban las damas de la época en busca
de novios, sobre esa calle vivían los caballeros más adinerados.
Monumento a los Alcatraces. Ubicado
en el malecón de la ciudad representa una bandada de estas aves, muy populares
en la zona, volando hacia el mar.
En el casco histórico conviven la
oferta hotelera de hoteles tradicionales, hoteles boutique y los bed and
breakfast.
Todos ellos en sus ingresos no dejan de adornar con Flores de Ginger (fragancia de la princesa), flor de la planta emblemática de esta zona costera.
Generalmente a la noche ofrecen espectáculos que representan a su folclore, y por supuesto exhiben su “sombrero vueltiao”.
Todos ellos en sus ingresos no dejan de adornar con Flores de Ginger (fragancia de la princesa), flor de la planta emblemática de esta zona costera.
Generalmente a la noche ofrecen espectáculos que representan a su folclore, y por supuesto exhiben su “sombrero vueltiao”.
Están presentes las principales
cadenas hoteleras con un amplio portafolio de servicios. Es interesante visitar
el Hotel Sofitel Santa Clara. Ocupa una
construcción destinada a convento en el año 1621. Es una joya arquitectónica
que funciona como hotel boutique, además la cadena Sofitel le anexo una
construcción nueva y moderna.
Una buena experiencia es beber un mojito, o un coco loco, o algún coctel en el Bar El Coro. Además de visitar su panteón.
Patagonia, restaurante argentino,
ofrece el sabor y las tradiciones de la cocina argentina, en especial distintos
tipos de cortes de carne a la parrilla y los vinos de su cava.
Antes de despedirnos de la ciudad, algunas pinceladas urbanas:
El paseo terminó de noche con el espectáculo imperdible, de las cúpulas de las iglesias y las fachadas coloniales coloreadas por las luces, las calles empedradas, los balcones, los coches de plaza, los espectáculos musicales, las danzas de grupos folclóricos, y por supuesto egresar por la Torre del Reloj.
La tercera jornada fue destinada a recorrer la playa caribeña, las cuales son cortas, de arena caliente, aguas cálidas y casi transparentes, aunque no suficiente para llegar al color turquesa, en general ofrecen la sombra de un cocotero. Tienen mantenimiento de limpieza permanente. Es interesante a primera hora de la mañana la actividad de la pesca artesanal.
Dicen que una imagen vale más que muchas palabras, por lo tanto a continuación algunas pinceladas de la playa, sus visitantes, sus pescadores, los vendedores ambulantes, las garzas, los pelícanos.
Ignacio!!!!!!!!! Me encantó... es otroo de mis tantos "próximos destinos"... Cartagena de Indias, Isla San Andrés e Isla Barú.... No veo la hora de ir... y viendo esto??? mucho máss!!! Me imagino comiendo un "raspado" caminado por la Calle de las Damas con la misma suerte de las damas de aquella época... sin terminar como la Gordita Gertrudis... pero echada en un de esas playas de aguas cálidas....
ResponderEliminarComo siempree... siga llenándome de pinceladas y de ganas de VOLAR DE ACÁ!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hermosos lugares. En esta séptima entrega viaje lejos con mi imaginación, lo felicito Ignacio, me gusta mucho la forma de contar y describir los lugares, gracias por poner todo este material al alcance nuestro, felicitaciones, y muy felices fiestas amigo cactucero
ResponderEliminarLo felicito Ignacio, tuve la oportunidad de ir a Cartagena en el 2002 y dije que Dios me permita volver a tan bello lugar, y así fue, en 2018 volví y lo disfruté aún más. Son de esos lugares encantados de donde no quieres regresar. Cartagena de Indias tiene el encanto que pocos lugares tienen en América. Todo absolutamente todo es maravilloso y esa descripción que haces de la Cartagena nocturna, realmente lo devuelve a esas lindas noches que no se pueden olvidar. Saludos desde Costa Rica.
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