La Calle Karlova (homenaje al
Emperador Carlos IV) desde la Plaza de la Ciudad Vieja, nos lleva por un
recorrido medieval de estilo renacentista y barroco flanqueado por comercios de
recuerdos, especialmente de artículos en cristal de Bohemia, restaurantes,
hoteles, museos, fachadas decoradas por símbolos y estatuas, hasta una de las joyas
de la ingeniería más importante de la ciudad, “El Puente Carlos”.
Karluv Most - Puente Carlos.
De estilo gótico y de una belleza sin igual, su longitud es de 520 metros de largo; enlaza las dos márgenes del Río Moldava, su calle empedrada tiene 10 metros de ancho y está sostenido por 16 arcos de apoyo. Su construcción comenzó en el año 1357, y originalmente se lo llamó Puente de Piedra.
Está protegido por torres en ambos
extremos. Accedí por la Torre localizada en el límite de la Ciudad Vieja,
edificación gótica que comenzó con la construcción del puente como defensa en
la cabecera de acceso a la ciudad mencionada. Cuenta con decoración estatuaria,
y los escudos de los países de la corona checa en época del reinado de Carlos
IV.
Desde las primeras horas de la
mañana es recorrido en ambas direcciones por una multitud de turistas de los
más diversos orígenes, poniendo de relieve diferentes idiomas y formas de
vestir.
En su recorrido son notables los distintos
paisajes que ofrecen las colinas que encauzan al Río Moldava, como así también
ambas riberas del río.
La estatua más popular es la que representa
el martirio de San Juan Nepomuceno, sacerdote checo que fue arrojado desde el
puente por no revelar al Rey el secreto de confesión de su esposa.
Circulan una buena cantidad de leyendas
que acompañan el porqué de cada estatua o grupo escultórico.
Fue testigo de muchas riadas,
algunas de las cuales lo afectaron. Existen empalizadas para resguardar los
pilares del puente en las crecidas del río.
En su construcción se utilizó arenisca de Bohemia. Una visión muy interesante es la fusión de diferentes colores ocres, rojos, dorados.
Fue toda una experiencia mezclarse
con tanta gente. Ver en acción a pintores que intentan reflejar en sus telas
los motivos que les inspiran, analizar las opciones de compra que ofrecen vendedores
de cerámicas y acuarelas, escuchar a músicos, como la Jazz No Problem Praha.
El recorrido del puente finaliza con
el ingreso a Malá Strana (Barrio o Ciudad Pequeña), señalizado por dos torres.
La menor pertenece a una de las construcciones románicas más antiguas de la
ciudad. La mayor es de construcción gótica de características vinculantes con el
otro extremo del Puente. Delante de la torre menor se encuentra el edificio que
perteneció a la vieja Aduana.
La primera de las fotos, al margen
de evidenciar tareas de mantenimiento, muestra entre ambas torres la cúpula de
la Iglesia de San Nicolás en Barrio Pequeño.
Mala Strana - Barrio Pequeño.
Ubicado en la ladera de una colina, es uno de los barrios más antiguos y tradicionales, fundado en el año 1257.
Su casco histórico, compendio de
gótico y barroco, es fácil de recorrer a pie en un ambiente peculiar y de un
encanto excepcional. Era el paso obligado de los reyes de Bohemia para llegar
al Castillo en su proceso de coronación.
Es difícil conseguir una foto de
Mala Strana sin la presencia de la cúpula y campanario dominante de 79 metros
de altura de la Iglesia de San Nicolás. Su construcción en estilo barroco se
realizó entre los años 1673 y 1755.
La foto siguiente es una síntesis
del Bo. Pequeño desde el Río Moldava: en su parte superior izquierda la
Catedral de San Vito y el Castillo; un poco más abajo la Iglesia de San
Nicolás; a la derecha el Monasterio Strahov; en la parte central el barrio en
sí tal cual lo demuestran los rojos tejados; en la parte inferior un moderno
restaurante, el acceso a la Isla Kampa por el Riachuelo del Diablo y un museo
inaugurado en la década pasada dedicado a uno de los escritores más influyente
del siglo XX, Frank Fafka.
Plaza del Bo. Pequeño. La Iglesia de
San Nicolás divide a la plaza en un sector alto y otro bajo, en el primero de
ellos hay una columna en mármol rosa decorada con la estatua de la Santísima
Trinidad y los Santos Patrones Checos, es un monumento conmemorativo de la
peste que azotó Praga en los años 1713/14. La plaza esta rodeada de palacios
renacentistas, casas en estilo barroco, monumentos históricos, restaurantes,
simpáticos cafés, comercios de souvenirs, etc.
Iglesia Nuestra Sra. Santa María de
la Victoria. De estilo barroco, es una de las más antiguas de Praga. En un
altar lateral se encuentra la imagen del Niño Jesús de Praga, que es
considerado milagroso y mueve a miles de peregrinos católicos de distintas
latitudes a visitarle y venerarle. Se destaca también su Baptisterio en mármol
rojo.
Monasterio Strahov. Fue mandado a
construir en el año 1148, es uno de los más antiguos de Bohemia, convertido en
un centro importante de la religión, el arte y la ciencia. La foto solo muestra
una vista lateral en la colina. Es destacable las dos iglesias, el portal de
ingreso, estatuas y sobretodo las salas Teológica y Filosófica, con sus
colecciones, mobiliarios, el fresco de los techos, etc. En su construcción
primitiva y modificaciones posteriores alternan los estilos gótico, barroco,
románico.
Calle Nerudova. Pintoresca y animada,
une la Plaza con el Castillo. A pesar de que es muy empinada y empedrada es
preferida por los turistas que la recorren para admirar las casas que se erigen
en ambas márgenes, reponer energías con la oferta gastronómica que ofrece
típicas comidas checas, en busca de recuerdos tradicionales, de diversión en
sus pubs. Fue simpático lograr una autofoto en un comercio dedicado a figuras artesanales.
En la calle Nerudova, se encuentran
localizadas varias embajadas. El Palacio Thun Hoheinstein, construido entre los
años 1677 y 1723, es sede de la Embajada Italiana desde el año 1921. En su
frente se destacan el portal barroco con dos águilas con las alas extendidas y
su puerta de ingreso.
Existe una buena cantidad de casas con los emblemas originales utilizados como identificación, tenían relación con la historia de la casa o con el oficio de sus habitantes. A partir del año 1770 se ordenó la numeración consecutiva de números color blanco en fondo de color rojo. En la actualidad se utilizan números blancos en fondo azul. Un ejemplo en la vista de la casa de La Llave Dorada, habitada en su momento por orfebres.
Casa de los Tres Violines, famoso
emblema de una casa que fue habitada por tres generaciones de una familia
dedicada a fabricar violines.
Colina de Petrín. Para ascender utilicé un ferrocarril a cremallera (funicular de transporte público) que recorre 500 metros para alcanzar la cima de la colina que excede los 300 metros. Fue construido en el año 1891.
Después de recorrer una zona de jardines,
de parques infantiles, de monumentos, arribé a la Torre de Petrín, hermana menor
de la Torre Eiffel construida en hierro y con una altura de 60m.
Por una escalera caracol ascendí los
299 escalones hasta alcanzar la cabina de observación cuyo nivel está a 53m de
la base y permite disfrutar de maravillosas vistas de Praga, algunas de las
cuales se insertaron en las dos pinceladas dedicadas a esta ciudad. Conclusión:
el esfuerzo fue muy bien recompensado.
La foto siguiente es bastante descriptiva, muestra en su extremo izquierdo una fortificación de 9 torres, originalmente un pabellón de exposiciones (año 1891), hoy funciona allí un laberinto de espejos recordando pasillos góticos, es el Salón de la Risa.
Abajo al centro puede verse la
Iglesia de San Lorenzo y la Capilla del Calvario construcciones del año 1737 en
las cuales se utilizaron opukas, piedras originales de la colina Petrín.
En todo el costado derecho se
observa una extensa fortificación conocida como el Muro del Hambre, construido
en el año 1360 como defensa del Castillo y del Barrio Pequeño, y además para
ocupar a la gente pobre en esos tiempos difíciles; su construcción incluyó
torres de observación, una de las cuales fue la base del Observatorio
Astronómico (se distingue al final de la muralla).
También puede divisarse la suave
pendiente cubierta de arbustos que finaliza en el área del Bo. Pequeño
localizado en la ribera del Río Moldava.
Vale la pena mencionar en sus
inmediaciones el Estadio Strahov con capacidad de 220.000 espectadores, la
cuarta parte de ellos sentados. En los Juegos Spartakiads (régimen comunista)
llegaron a participar 750.000 atletas y concurrieron más de dos millones de
espectadores.
La última fotografía muestra en su
parte superior el Muro del Hambre, el resto es una vista invernal del parque.
Ignacio.... INCREÍBLEMENTE BELLO!!!!!!!!!!!!!!!!!! Qué ganas de caminar por esas callecitas del Barrio Pequeño y cruzar el Puente Carlos.
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