Comenzaré con un relato personal.
Este año recorriendo Portugal decidí pasar el domingo 16 de junio en su ciudad más
antigua “Braga”. Esta ciudad considerada la capital del Barroco en ese país, con
numerosos monumentos de rica talla labrada, está localizada a 55 kilómetros al
norte de Porto. Se puede acceder mediante un moderno y confortable tren, que
cruza por distintos centros comerciales e industriales. Habitan esta ciudad
casi 200.000 habitantes que sumados a los residentes en las áreas
metropolitanas que la rodean alcanza el millón de habitantes, haciéndola una de
las ciudades de economía más dinámica y poblada de Portugal.
Otros datos de interés sobre ésta
ciudad: fue fundada con el nombre de Bracara Augusta, alcanzó verdadera
importancia a partir del siglo II aC con la ocupación romana. Tras la
independencia de Portugal (año 1139) pasó a formar parte de dicho reino. Su casco
histórico es el más visitado por el turismo, su periferia son zonas
residenciales de moderna arquitectura, tiene dos universidades, diez museos, comercios,
servicios, variada oferta gastronómica.
Al atravesar el Arco de Porta Nova
(año 1512) se ingresa al casco histórico muy antiguo y pequeño, encontrándose
con uno de los más importantes templos del románico portugués la “Sé Primacial”
(Catedral Santa María de Braga).
Su construcción se inició en el año 1070 con
un edificio de cinco capillas en su cabecera, destruida por un terremoto, más
la imposición de una serie de modificaciones implementadas en el período de los
años 1505–1532.
Nos muestra hoy una fachada clásica, flanqueada por dos torres
campanarios, donde se abre el portal principal. El interior es de tres naves,
posee dos órganos de tubo de los años 1737/39.
Órgano de Tubos |
El museo tesoro de la catedral
exhibe más de 200 campanas provenientes de reemplazos a lo largo del tiempo de
la propia catedral y de las iglesias de Braga.
Entre las tumbas que se encuentran
en este templo están la de Felipe de Borgoña y su esposa Teresa de León, padres
del primer rey de Portugal.
Hay un trayecto específico del
Barroco en el cual se pueden visitar más de 20 iglesias que le dieron un alto
esplendor y poder religioso. En mi camino solo visité la Igreja dos Congregados
(Iglesia Congregación del Oratorio), testimonio de la urbanización conventual.
Existen varios palacios, entre ellos
el de los Bizcaínhos ilustrativo de una casa señorial hoy transformada en
museo, y el “do Raio” de estilo barroco, recubierto de azulejos azules.
La plaza de la República está
presidida por una enorme fuente que por las noches tiene un espectáculo de
luces y agua.
A su alrededor se encuentra La Arcada, transformación urbana del Renacimiento, que es muy frecuentada por sus bares y cafeterías.
Otro sitio
típico muy cercano a la plaza es el café La Brasileira, donde antiguamente se
reunía la intelectualidad de la ciudad, conserva parte del mobiliario original.
Los restaurantes ofrecen una interesante propuesta, uno de los platos favoritos
es el “bacalhau à Braga”, variedad de postres dulces, pastelería y el
inconfundible vino verde.
Ese domingo la ciudad exhibía tono
festivo, estaban a una semana de la fiesta de su Santo Patrono Sao Joao, en la
cual se desarrollaría el XXIV Encuentro Internacional de Gigantones y
Cabeçudos.
El recorrido por las principales calles y plazas tenían la animación
típica de color y alegría de las presentaciones folklóricas. Las bandas
musicales practicaban ataviadas con la vestimenta que utilizarían el día de la
fiesta.
Durante esta solemne fiesta
religiosa, además del himno al Santo Precursor se destaca el concierto de las
campanas de las principales iglesias, las representaciones medievales, las
ventas de artesanías, los fuegos artificiales, etc.
En sus afueras, distante 5
kilómetros, y en el alto de la colina Monte Espinho y dominando la ciudad se
encuentra el Santuario de Bom Jesús do Monte.
Para arribar al mismo se deben salvar
116 metros en altura, existe la alternativa de hacerlo subiendo por una escalera
barroca...
... o por el funicular por contrapeso de agua más viejo del mundo, utilicé
este último.
Subir por la escalera significa un
verdadero Vía Crucis y se interpreta como una penitencia. La escalera larga,
simétrica, tiene fuentes y cinco descansos que se suponen son los cinco
sentidos. Todo enmarcado por un parque natural de coníferas.
Al arribar se nos presenta un
mirador, desde el cuál se contemplan vistas de toda la ciudad, y también el
templo, finalidad de la visita.
Este templo comenzó a construirse en
el año 1784. Se destaca el cuerpo central acompañado de dos torres más elevadas.
Su interior es majestuoso, de altura espectacular, inclusive con ingreso de luz
natural a través de las ventanas de su cúpula circular sobre el altar mayor.
Está compuesto por tres naves separadas por columnas que forman arcadas de
medio punto y cuatro capillas laterales.
El altar mayor consta de varias
esculturas que representan la Crucifixión. Decoración excepcional, óleos,
retablos y esculturas barrocas. Se destacan una talla de la Virgen con siete
puñales clavados en el pecho y el altar de las Reliquias.
El entorno es un parque natural, con
capillas representativas del Vía Crucis con esculturas de alto nivel artístico.
Además, un Monasterio centro de peregrinación muy importante de Portugal, estatuas, jardines
bien cuidados y ornamentados decorados con fuentes, inclusive un lago, hotel,
restaurant, cafetería.
Esto fue el resumen de un día de
paseo en Braga.
Disfruten más pinceladas de Braga:
Gigantones y Cabeçudos |
Muy ilustrativas las fotos y las explicaciones, nos dio una idea acabada de ese pintoresco lugar.
ResponderEliminarBraga.... MUY PINTORESCA....
ResponderEliminarBraga es muy hermosa.Un lugar de cuentos de hadas
ResponderEliminarMaravillosas fotos e galán el relato! Yo.. Fascinada 😍 no conozco Europa! Y con estas fotos por allí voy haciendo nuevos itinerarios!
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