Muchos se preguntarán el por qué de esta Pincelada. Muy
sencillo, mi presencia en Qatar (Diciembre 2009) se debió a una misión
institucional-comercial de la Cancillería Argentina. Al disponer de unas pocas
horas libres le solicité a la responsable del rincón de té del hotel, me
recomendara qué conocer en un par de horas. La señorita gentilmente en un
inglés qatarí me recomendó: “en un coche de alquiler trasládese al MIA – Museum
of Islamic Art, abierto desde hace un año y ya transformado en un icono de la
ciudad”. Agradecí la sugerencia en inglés cordobés.
Me puse en marcha, como de costumbre por previsión tomé los datos
del transporte, y allá fui.
El Museo de Arte Islámico está localizado en la ciudad de
Doha, capital del Estado de Qatar y fue inaugurado el 22 de Noviembre de 2008,
para mostrarse como Centro Cultural de los países de la región y mostrar la
riqueza de la Historia y del Arte Islámico desde los albores del Siglo VII
hasta el Siglo XIX. La siguiente imagen muestra ubicación geográfica, bandera
del Estado y vista aérea del Museo.
El traslado se hizo a lo largo de un malecón curvo llamado
Al-Corniche, es un paseo marítimo que bordea la Bahía de Doha.
Arribamos a la explanada de ingreso al Museo, el acceso se
hace a través de un puente peatonal de 60 metros. Una fuente marca su origen y su
trayecto está enmarcado por palmeras. También se puede llegar mediante un barco
tradicional que arriba al embarcadero propio de la institución.
El Museo, irrumpió en el paisaje de la ciudad edificándose
sobre una isla artificial de 250.000 m² en uno de los extremos de la Bahía de
Doha. Cuando se lo mira de lejos parece flotar sobre las aguas del Golfo
Pérsico, otros lo asemejan a un buque geométrico.
Además del edificio en sí, sorprende ver en el entorno, la
parquización, un dhow, embarcación a vela de origen árabe que se caracteriza
por su velamen triangular y bajo calado, y la construcción de una nueva isla
artificial.
El edificio fue diseñado por el Arq. Ieoh Ming Pei, autor
entre otros de la pirámide de cristal del Museo Louvre en París – Francia,
quien se inspiró en la sencillez de la forma geométrica de la Mezquita de Ibn
Tulun en El Cairo – Egipto, y de un Fuerte del siglo VII construido en Susa – Túnez.
Se trata de un edificio de líneas simples y volúmenes cúbicos, su estructura
alcanza 45 metros de altura. Ocupa un área de 35.500 m² distribuidos en cinco
plantas, más un pabellón anexo de 2.700 m² dedicados a fines educativos. El
conjunto está rodeado de un parque de 20.000 m². El Ing. Leslie Robertson fue
el responsable de la Estructura del Proyecto.
El ingreso y la utilización de wifi es gratis, se solicita
vestimenta adecuada y se hace la recomendación de los lugares donde se pueden
hacer fotografías y bajo qué condiciones. Las instalaciones interiores son
admirables, y la organización excelente. Los diseños del interior estuvieron a cargo del Arq. Jean Michel Wilmotte. La fusión cultural se hace presente en el interior, cuyo atrio ha sido comparado con un templo futurista.
Su cúpula de 5,5 metros de altura queda oculta desde el
exterior por una torre cuadrangular, a cuyo lado claraboyas en forma de ojo se
encargan de filtrar la luz.
Un sector de estructura vidriada es un punto panorámico ideal
para contemplar el horizonte poblado
de modernos edificios y el desplazamiento de los dhows por la bahía.
Al margen de las imágenes vale la pena mencionar que sus
instalaciones cuentan con: Biblioteca integrada con manuscritos y obras que la
hacen la más importante dedicada al Arte Islámico. Auditorio. Restaurante de
alta categoría. Cafetería. Librería. Tienda de regalos. Salas de oración para
ambos sexos e instalaciones de ablución. Comedor al aire libre con vista
espectacular a la Bahía de Doha y al conglomerado de los edificios de la
ciudad. Doce ascensores facilitan el desplazamiento de los visitantes. El parque del Museo es un espacio abierto a la ciudad que
cuenta con sendas aeróbicas, botes a pedales, bicicletas, juegos para niños de
diferentes edades, cafeterías, y una visión moderna del zoco tradicional con
150 puestos de ventas de libros, artesanías, souvenirs, etc.
Respecto a las exposiciones está destinada una superficie de
5.000 m². Se exponen colecciones integradas por 800 piezas por vez, que
consideran no muy grande en cantidad pero de alta calidad. El Museo contaba a
la fecha de mi visita con una colección total de 4.500 piezas, las cuales
fueron reunidas durante 20 años previos a su apertura, en el mundo islámico y
países influenciados por él, desde España hasta India (tres continentes). La
mayoría de las piezas se exponen en vitrinas sin marcos que permiten observarlas
y analizarlas con mayor comodidad. Por mis antecedentes profesionales me dirigí
al sector que exhibía instrumentos de medición, como astrolabios originarios de
Irak e Irán del siglo X.
Trabajos de metal de alta calidad, tales como armaduras, espadas y armas, algunas de ellas con adornos de oro y plata. Dagas originarias de India.
La orfebrería se destaca con piezas de bronce, acero, latón, adornados con oro y plata. Sobresale un halcón con incrustaciones de rubíes, esmeraldas, diamantes, zafiro y ónix, que muestro en el collage que se adjunta, es originario del año 1640. También se exhibían campanas para la cetrería realizadas en metal de cobre y de acuerdo a la estatura de los halcones.
Otra pieza que llama la atención es un collar (o pectoral por su tamaño) con incrustaciones similares entre las cuales se destacan las esmeraldas.
Una vitrina de antiguas joyas.
Piezas labradas en marfil como lo muestra la imagen siguiente.
También se exhiben textiles, tales como alfombras en tonos
rojos, trajes, variedades de telas lujosas de Medio Oriente. Tapices de Irán. Cuadros.
Cerámicas de gran antigüedad y belleza. Azulejos otomanos en relieve de 1200
años de antigüedad. Piezas de cristal, vasos, copas, lámparas de mezquitas, en
delicados colores brillantes. Ebanistería. Tallas de maderas. Monedas. Su
inventario registra más de 800 manuscritos entre ellos ejemplares del Corán del
siglo VII hasta obras otomanas del siglo XIX, otros sobre ciencias, literatura,
religión.
La alarma del reloj me indicó que el tiempo expiró. Con sabor a poco debí poner fin a la visita.
La alarma del reloj me indicó que el tiempo expiró. Con sabor a poco debí poner fin a la visita.
A efecto de complementar el texto de la Pincelada, relevé fotos del catálogo del Museo, las cuales ponen de manifiesto la calidad de las piezas existentes en él.
Hermosa pincelada ... Bellísimos lugares y lo q más me gusta es como los describis, felicitaciones Ignacio
ResponderEliminarHermosa pincelada ... Bellísimos lugares y lo q más me gusta es como los describis, felicitaciones Ignacio
ResponderEliminar