martes, 27 de octubre de 2015

MUSEO DE ARTE ISLÁMICO - QATAR

Muchos se preguntarán el por qué de esta Pincelada. Muy sencillo, mi presencia en Qatar (Diciembre 2009) se debió a una misión institucional-comercial de la Cancillería Argentina. Al disponer de unas pocas horas libres le solicité a la responsable del rincón de té del hotel, me recomendara qué conocer en un par de horas. La señorita gentilmente en un inglés qatarí me recomendó: “en un coche de alquiler trasládese al MIA – Museum of Islamic Art, abierto desde hace un año y ya transformado en un icono de la ciudad”. Agradecí la sugerencia en inglés cordobés.
Me puse en marcha, como de costumbre por previsión tomé los datos del transporte, y allá fui.
El Museo de Arte Islámico está localizado en la ciudad de Doha, capital del Estado de Qatar y fue inaugurado el 22 de Noviembre de 2008, para mostrarse como Centro Cultural de los países de la región y mostrar la riqueza de la Historia y del Arte Islámico desde los albores del Siglo VII hasta el Siglo XIX. La siguiente imagen muestra ubicación geográfica, bandera del Estado y vista aérea del Museo.
El traslado se hizo a lo largo de un malecón curvo llamado Al-Corniche, es un paseo marítimo que bordea la Bahía de Doha.
Arribamos a la explanada de ingreso al Museo, el acceso se hace a través de un puente peatonal de 60 metros. Una fuente marca su origen y su trayecto está enmarcado por palmeras. También se puede llegar mediante un barco tradicional que arriba al embarcadero propio de la institución.


El Museo, irrumpió en el paisaje de la ciudad edificándose sobre una isla artificial de 250.000 m² en uno de los extremos de la Bahía de Doha. Cuando se lo mira de lejos parece flotar sobre las aguas del Golfo Pérsico, otros lo asemejan a un buque geométrico.

Además del edificio en sí, sorprende ver en el entorno, la parquización, un dhow, embarcación a vela de origen árabe que se caracteriza por su velamen triangular y bajo calado, y la construcción de una nueva isla artificial.


El edificio fue diseñado por el Arq. Ieoh Ming Pei, autor entre otros de la pirámide de cristal del Museo Louvre en París – Francia, quien se inspiró en la sencillez de la forma geométrica de la Mezquita de Ibn Tulun en El Cairo – Egipto, y de un Fuerte del siglo VII construido en Susa – Túnez. Se trata de un edificio de líneas simples y volúmenes cúbicos, su estructura alcanza 45 metros de altura. Ocupa un área de 35.500 m² distribuidos en cinco plantas, más un pabellón anexo de 2.700 m² dedicados a fines educativos. El conjunto está rodeado de un parque de 20.000 m². El Ing. Leslie Robertson fue el responsable de la Estructura del Proyecto.



El ingreso y la utilización de wifi es gratis, se solicita vestimenta adecuada y se hace la recomendación de los lugares donde se pueden hacer fotografías y bajo qué condiciones. Las instalaciones interiores son admirables, y la organización excelente. Los diseños del interior estuvieron a cargo del Arq. Jean Michel Wilmotte. La fusión cultural se hace presente en el interior, cuyo atrio ha sido comparado con un templo futurista.

Su cúpula de 5,5 metros de altura queda oculta desde el exterior por una torre cuadrangular, a cuyo lado claraboyas en forma de ojo se encargan de filtrar la luz.




Un sector de estructura vidriada es un punto panorámico ideal para contemplar el horizonte poblado de modernos edificios y el desplazamiento de los dhows por la bahía.






Al margen de las imágenes vale la pena mencionar que sus instalaciones cuentan con: Biblioteca integrada con manuscritos y obras que la hacen la más importante dedicada al Arte Islámico. Auditorio. Restaurante de alta categoría. Cafetería. Librería. Tienda de regalos. Salas de oración para ambos sexos e instalaciones de ablución. Comedor al aire libre con vista espectacular a la Bahía de Doha y al conglomerado de los edificios de la ciudad. Doce ascensores facilitan el desplazamiento de los visitantes. El parque del Museo es un espacio abierto a la ciudad que cuenta con sendas aeróbicas, botes a pedales, bicicletas, juegos para niños de diferentes edades, cafeterías, y una visión moderna del zoco tradicional con 150 puestos de ventas de libros, artesanías, souvenirs, etc.

Respecto a las exposiciones está destinada una superficie de 5.000 m². Se exponen colecciones integradas por 800 piezas por vez, que consideran no muy grande en cantidad pero de alta calidad. El Museo contaba a la fecha de mi visita con una colección total de 4.500 piezas, las cuales fueron reunidas durante 20 años previos a su apertura, en el mundo islámico y países influenciados por él, desde España hasta India (tres continentes). La mayoría de las piezas se exponen en vitrinas sin marcos que permiten observarlas y analizarlas con mayor comodidad. Por mis antecedentes profesionales me dirigí al sector que exhibía instrumentos de medición, como astrolabios originarios de Irak e Irán del siglo X.




Trabajos de metal de alta calidad, tales como armaduras, espadas y armas, algunas de ellas con adornos de oro y plata. Dagas originarias de India.



La orfebrería se destaca con piezas de bronce, acero, latón, adornados con oro y plata. Sobresale un halcón con incrustaciones de rubíes, esmeraldas, diamantes, zafiro y ónix, que muestro en el collage que se adjunta, es originario del año 1640. También se exhibían campanas para la cetrería realizadas en metal de cobre y de acuerdo a la estatura de los halcones.
Otra pieza que llama la atención es un collar (o pectoral por su tamaño) con incrustaciones similares entre las cuales se destacan las esmeraldas.
Una vitrina de antiguas joyas.
Piezas labradas en marfil como lo muestra la imagen siguiente.
También se exhiben textiles, tales como alfombras en tonos rojos, trajes, variedades de telas lujosas de Medio Oriente. Tapices de Irán. Cuadros. Cerámicas de gran antigüedad y belleza. Azulejos otomanos en relieve de 1200 años de antigüedad. Piezas de cristal, vasos, copas, lámparas de mezquitas, en delicados colores brillantes. Ebanistería. Tallas de maderas. Monedas. Su inventario registra más de 800 manuscritos entre ellos ejemplares del Corán del siglo VII hasta obras otomanas del siglo XIX, otros sobre ciencias, literatura, religión.


La alarma del reloj me indicó que el tiempo expiró. Con sabor a poco debí poner fin a la visita.


A efecto de complementar el texto de la Pincelada, relevé fotos del catálogo del Museo, las cuales ponen de manifiesto la calidad de las piezas existentes en él.







Hasta la próxima Pincelada.

2 comentarios:

  1. Hermosa pincelada ... Bellísimos lugares y lo q más me gusta es como los describis, felicitaciones Ignacio

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  2. Hermosa pincelada ... Bellísimos lugares y lo q más me gusta es como los describis, felicitaciones Ignacio

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