martes, 29 de noviembre de 2016

MUSEOS 1 (Segunda Parte)

Con ésta publicación finalizo la entrada “Museos 1” de mi blog, con la cual pretendí hacer una breve “descrifoto” de tipos de museos ubicados en distintas latitudes. Algunos de ellos ameritan una Pincelada específica. 
Volveré sobre el tema. 

MUSEO SOUMAYA – Distrito Federal – México.

En Abril 2011, en un almuerzo en la Residencia Presidencial de México tuve la oportunidad de conocer al Sr. Carlos Slim Helú, que días atrás había inaugurado el Museo Soumaya y gentilmente invitó a visitarle. El nombre del Museo es en honor de su esposa. 
El Museo está ubicado en Polanco, una de las zonas más urbanizadas del Distrito Federal. Cuando estuvimos cerca emergió de golpe en el horizonte como una escultura abstracta del tamaño de un edificio. El Sr. Slim Helú nos recibió gentilmente y nos acompañó durante la visita.
El joven arquitecto y urbanista mexicano Fernando Romero tuvo a su cargo el diseño en un área de 17.000 m² con 7.500 m² para exposiciones, distribuidos en 6 niveles, su altura es de 47 m. El Museo cuenta con auditorio, biblioteca pública, áreas infantiles, aula digital, restaurant, etc. La estructura subterránea cuenta con 5 niveles de estacionamiento. 
Está integrado por dos estructuras, una principal que lo sostiene y otra complementaria que forma la fachada y soporta el muro interior. La fachada asimétrica está compuesta por 16.000 hexágonos brillantes que varían en su dimensión. Desde el exterior solo es visible la puerta de ingreso. 
Se encontraban en exhibición más de 6.000 obras distribuidas en sus 6 niveles, los cuales están conectados entre sí mediante ascensores y una rampa en espiral que facilitan el recorrido. Los muros interiores, sutilmente curvos, crean espacios enormes. Las obras y objetos se exhiben sobre muros falsos y vitrinas generando ambientes que favorecen la estética.
Mi interés se dirigió a registrar algunas imágenes de obras del México antiguo al moderno. 
El Petróleo: díptico, año de realización 1959, algunos lo nominan como: “El Petróleo, la tierra como el agua y la industria nos forja y nos pertenece”, es un enfoque político que muestra dos iconos de su temática artística obreros y campesinos. Su autor, David Alfaro Siqueiros, utilizó pistola de aire que le permitió trazos vigorosos, expresión de gran fuerza en colores alegres. Sus dimensiones son 8,04 m de largo por 3,30 m de alto. 
El Milagro de Tepeyac: año de realización 1947, es un óleo sobre lienzo de 1,63 m de largo por 2,00 m de alto, cuya autoría le pertenece al pintor, muralista y escultor mexicano Jorge Gonzalez Camarena que representó la tradición de devoción y de fe mexicana con la aparición de la Virgen de Guadalupe al indígena Juan Diego. En su parte inferior se aprecian las iniciales JD por Juan Diego y ruinas que se corresponden con el pasado histórico, todo el costado izquierdo está enmarcado por una planta de nopal con sus frutos, para los aztecas el nopal era la planta de la vida. 
Río Juchitán: también llamado Baño de Tehuantepec, mural realizado durante 1953-1956 por el destacado mexicano Diego Rivera con la técnica de mosaico veneciano adherido con cerámico color terracota. Las dimensiones son de 8,72 m de largo por 1,54 m de altura y teniendo en cuenta que muestra imágenes en anverso y reverso la superficie trabajada es de 26,86 m². Representa una secuencia narrativa inspirada en el Istmo de Tehuantepec. 
Panorama de Celaya: obra de autor anónimo mexicano que muestra la ciudad de Celaya, data del año 1883. Realizada en papel de arroz sobre seda pintada al óleo y pegada sobre cartón. Su marco es una gran labor de artesanía en madera. 
Cuando llegué al último nivel, encontré la Gliptoteca del Museo, enorme sala sin columnas y con una inmejorable iluminación. Su superficie es de 1.200 m², en su punto más alto tiene 13 m y durante el día recibe iluminación cenital directa del sol a través de un techo semitransparente. 
Un lugar preponderante está destinado a Los Luchadores, obra digna de admiración perteneciente a Pietro Bazzanti, figura relevante en la producción de la escultura florentina. Se trata de una escultura en mármol blanco propia de la escuela griega helénica. Está asentada en una base de mármol verde.  
El Museo Soumaya reúne 380 obras de Auguste Rodin, considerado primer escultor moderno. Una de sus obras realizada en 1908 es La Catedral, tallada en piedra, son manos delicadas, estilizadas, que se abrazan y sus dedos apuntan hacia el cielo; posiblemente de allí provenga su nombre, o tal vez por la fascinación que el autor sentía por las catedrales francesas. Girando alrededor de la obra se deduce que son dos manos derechas idénticas que inician el movimiento de enlazarse. Tanto la simetría como el contraste de la piel de las manos con la superficie rugosa de la base donde se apoyan, son para elogiar. 
En el mismo nivel se exhiben una serie de obras del español Salvador Dalí, quien durante su carrera produjo diversas esculturas, utilizando la técnica de vaciado en bronce, que opta por el modelado en cera en vez de tallar la figura directamente sobre el material. A continuación, algunas de las esculturas que pude fotografiar, símbolos y temas surrealistas de su obra. 
El Angel Triunfante: obra del año 1976, en bronce dorado con pátina azul y negra. Los ángeles comienzan aparecer en obras de Dalí a partir de la década de 1940 cuando comenzó a enfocarse en temas religiosos. 
Alicia en el País de las Maravillas: al margen de haber ilustrado una edición especial del libro con una serie de pinturas, en el año 1977 realizó una escultura en bronce dorado que representa su visión de Alicia. La obra muestra a una niña alegre, delicada, etérea. Las flores en la cabeza y en las manos, le da un toque de elegancia sin quitarle el aspecto infantil. 
El Elefante Espacial: realizado en el año 1980 en bronce dorado con pátina negra y café. Este paquidermo alucinante simboliza la lujuria con el obelisco, la sabiduría con el elefante y la riqueza con su montura. 
Para finalizar, es de interés señalar que la colección privada del Sr. Slim Helú supera las 60.000 obras que cubren 30 siglos de arte, su objetivo es poner el inmueble y su colección a disposición del país con el compromiso de formar y desarrollar su capital humano, a la par de ofrecer acceso a la cultura mundial y la historia de México. Esta apertura cultural ha convertido al Museo Soumaya en el más importante de Latinoamérica. 
El Museo, en un espacio cautivante, me permitió transitar por el arte a través del tiempo. Me sorprendió: su arquitectura, la imponente colección que se exhibía, el lugar preponderante brindado a las pinturas y murales de autores mexicanos, la cantidad de esculturas de prestigiosos artistas. Además, la existencia de acceso para discapacitados en todas las salas, los recorridos especiales para niños y para ancianos, y, que las visitas son gratis y guiadas. 

Nota: para más detalles y fotografías sobre este Museo hacer clic en:

MUSEO DEL ORO – Bogotá – Colombia. 

Año 2011, vacaciones en Colombia cuyo destino final del viaje era Cartagena de Indias, no obstante decidimos hacer escala en Bogotá para visitar algunos iconos de la ciudad entre los cuales prevalecía el Museo del Oro. Allá fuimos y a continuación un resumen narrativo fotográfico.
El Banco de la República compró en el año 1939 un objeto de oro de casi 800 gramos de peso y 24 cm de altura, con el fin de prevenir su destrucción, esta acción dio origen a un proyecto de preservación del oro precolombino y al Museo del Oro de Bogotá. Ese objeto era un Poporó Quimbaya.
Se trata de un Museo temático que cuenta con la colección más importante del mundo en su género al reunir aproximadamente 34.000 piezas de orfebrería y 20.000 objetos líticos. Orfebrería, cerámicos, textiles y piedras preciosas son el fiel reflejo de las culturas Quimbaya, Calima, Tayrona, Sinú y Muisca, etnias indígenas que representan los orígenes de la raza colombiana. 
La muestra está organizada en cuatro salas de exposición que exhiben 8.000 piezas representadas por curiosos accesorios como pectorales, máscaras, poporós, brazaletes, narigueras, objetos de ofrenda y cientos de figuras. 
El resto del patrimonio del Museo se encuentra almacenado en los depósitos del edificio bajo extremas medidas de seguridad. Algunas piezas nunca fueron expuestas, entre las que se destacan momias muiscas conservadas a la perfección.
Los fondos neutros y los soportes geométricos de las vitrinas, generan que la atención del visitante se concentre en las piezas exhibidas. 
El Poporó Quimbaya, pieza de orfebrería de arte precolombino que los arqueólogos estiman su origen en el año 301 a.C. Fundido en dos partes por la técnica a la cera perdida en oro, su cuello está coronado por cuatro esferas, y su base, de forma globular perfectamente bruñida, descansa sobre una base de filigrana. Su uso era el de un recipiente ceremonial para el mambeo de hojas de coca durante las ceremonias religiosas, los indígenas echaban en su interior cal que extraían con un palillo mojado con saliva y que, mezclado con la hoja de coca que mascaban ayudaba a extraer de ésta los alcaloides. 
Durante el recorrido el interés para conocer el uso y contexto de los metales dentro de la organización política y religiosa, las antiguas sociedades y culturas que trabajaron los metales, desplazó algunas de las fotografías que debería haber obtenido. 
El orfebre, pero también el minero, transformaron los materiales que les brindaba la naturaleza para crear estas obras de arte que los hacen dignos de admiración. Los objetos de orfebrería prehispánica no fueron simples adornos, sino los símbolos de la religión de los indígenas. 
No obstante algunas fotos permiten apreciar el trabajo de los metales, manufacturas de la metalurgia antigua, trabajos en oro y cerámicos, alfarería, vasijas y figuras. 
La Balsa Muisca o balsa dorada es una pieza de orfebrería precolombina cuyo origen se estima entre los años 600 y 1600 d.C., elaborada en fundición a la cera perdida en oro, la pieza tiene una base con la forma de una embarcación de troncos de 20 cm por 10 cm, con varias figuras sobre la misma. Hace alusión a la ceremonia de la leyenda de El Dorado. Representa el acto de la investidura de poder de los jefes muiscas, en la cual el heredero del cacicazgo o chamán cubría su cuerpo con oro en polvo y acompañado del pueblo arrojaba oro y esmeraldas como ofrenda a los dioses para promover o restaurar el equilibrio del mundo. Se estima que interactes la pieza más fotografiada de la muestra. 
En la última sala que visitamos, “El Exploratorio”, nos encontramos en un ambiente de penumbra donde seis vitrinas cilíndricas conectan cielo y tierra, alude al vuelo chamánico y al sentido religioso del arte indígena de la orfebrería. Al iluminarse gradualmente nos encontramos sumergidos en el mundo de las ceremonias de ofrenda, en la que 3.260 objetos y una esmeralda nos rodearon, fue una experiencia inolvidable. 
El Exploratorio permite que los visitantes interactúen con las exposiciones, y para ello propone elementos sorprendentes como videos proyectados al piso, imágenes sobre las que se camina o las maquetas que representan distintos aspectos de la vida cotidiana de los muiscas. 
La visita al Museo del Oro, me causó asombro, deleite y sentir admiración por los artífices de todas las piezas que se exhiben. Además me hizo reflexionar sobre la diversidad y el significado del patrimonio que preserva el Museo, por las escenas que representan lo que los europeos que llegaron a América en el siglo XV esperaban encontrar: “El Dorado”. 

Existen seis Museos del Oro Regionales, salas permanentes con exhibición de las culturas prehispánicas. En la Pincelada de Cartagena, pueden verse fotografías obtenidas en el Museo de dicha ciudad. Hacer clic en: 
http://pinceladas-ilp.blogspot.com.ar/2013/12/cartagena-de-indias-colombia.html

MUSEO DE LOS ORQUERA – Catamarca – Argentina.

De visita por Catamarca en el año 2015 y transitando por la “Ruta del Adobe” que se extiende a lo largo de 50 kilómetros entre las localidades de Tinogasta y Fiambalá, nos detuvimos en la localidad del Puesto para visitar el Oratorio y Hacienda de los Orquera, donde funciona un Museo de carácter histórico.
El pequeño y humilde Museo alberga piezas que ponen de manifiesto los usos y costumbres de un pueblo que nació bajo vivencia indígena y creció bajo la influencia española. Muchas de ellas pertenecieron a la familia Orquera, conservándose a lo largo de más de 250 años.
Las construcciones son de adobe y datan del año 1740. El adobe es una mezcla de barro, paja y estiércol, tiene la particularidad que durante el día aísla el calor y por la noche, para soportar el frío nocturno, brinda la temperatura que almacenó.
Las imágenes de la estructura ponen de manifiesto: espesor de las paredes, la particularidad de las vigas curvas obtenidas de las especies arbóreas de la zona, el tamaño de las ventanas y de las columnas. 
El Oratorio de los Orquera fue consagrado a la Virgen del Rosario, es una pequeña sala que forma una sola unidad con el Museo. En él se destaca una imagen de la Virgen María amamantando al Niño Jesús acompañada de San José, pintura traída desde Chuquisaca – República de Bolivia en el año 1715 por las hermanas Asiares; una de las descendientes contrajo matrimonio con uno de los Orquera a finales del siglo XIX y de allí el nombre del Museo. 
Otros objetos que se exponen son, en el orden religioso: vestimenta litúrgica sacerdotal, imágenes religiosas, candelabros, y los que se corresponden con la vida de la familia: mesas, sillas, utensilios de cocina, bateas, baúles, libros antiguos de lectura, artículos periodísticos, fotos familiares, vestimenta antigua, fonógrafo, máquina de coser. La geología de la región está representada por una colección de piedras y minerales. 
El resto del Museo se expone prácticamente a cielo abierto. Está representada la principal actividad agrícola de la zona, los viñedos. Se puede apreciar como elemento de labranza un arado antiguo de reja, canastos donde se trasportaban las uvas, un lagar, recipiente hecho en un cuero entero de vaca donde se pisaba la uva para obtener el mosto o jugo con el cual producían el vino patero. 
También se exhiben morteros de piedra de distintos formatos con sus correspondientes manos que utilizaban para machacar cereales u otros elementos integrantes de sus alimentos. Llama la atención un pequeño fogón de leña que lo imagino como mudo testigo de la cocción de comidas típicas como locros, guisos, humita.  
En la parte trasera de la construcción se mantiene un horno a leña que utilizaban para cocinar pan y carnes. 
Como imagen final, la de un olivo bicentenario que según el cartel que lo identifica fue plantado a fines del siglo XVIII, también se alcanza a ver parcialmente a su izquierda un pequeño carruaje utilizado como medio de transporte, el tradicional zulky o sulki; y a la derecha un cartel que indica la proximidad del Río Abaucán. 
Me reconfortó la visita a este modesto Museo. Admiré el ingenio de los habitantes de la zona reflejado en las paredes de adobe y el formato especial de sus vigas, me asombró la sencillez de las herramientas que utilizaron para procesar sus cosechas y disfruté del entorno donde está localizado el Museo. 


MUSEO GUGGENHEIM BILBAO – Bilbao – España. 

¿Qué motivó la visita? En uno de los viajes a Bilbao durante la década del ´90, tuve la inquietud de hacer una excursión por la Ría del Nervión en un pequeño barquito (el Txinbito), en uno de los recodos de la ría en un antiguo muelle de zona portuaria e industrial estaban construyendo el Museo y urbanizando todo el sector. En 1998 fui a visitarle y como me ocurrió más de una vez en otros Museos, fui obligado, con mucho pesar a dejar la cámara fotográfica (analógica) en el guardarropas. Diez años más tarde reiteré mi visita a la región y por la disponibilidad de tiempo solo recorrí su entorno acompañado por la lluvia. 
El Museo de Arte Contemporáneo fue inaugurado el 18 de Octubre de 1997, es obra del arquitecto estadounidense Frank Gehry y representa un magnífico ejemplo de la arquitectura vanguardista del siglo XX. Su superficie es de 24.000 m², de los que 11.000 m² están destinados a espacio expositivo en 19 galerías. La media anual de visitantes supera el millón.
La fotografía de inicio muestra el ingreso, e indica que en esa oportunidad el expositor principal era el pintor estadounidense Cy Twombly, especialista de trabajos de gran formato.
El Museo causó un impacto extraordinario en la economía y la sociedad vasca, impulsando el turismo internacional en la región y promoviendo la revitalización de múltiples espacios públicos y privados de la zona, además de mejorar la imagen de la ciudad. El Museo, superado su pasado industrial, está rodeado de atractivos paseos y plazas en una zona de reciente urbanización. 
Una forma económica de llegar al Museo es mediante la línea A del Euskotren Tranbia conocido como Tranvía de Bilbao. 
El Museo está prácticamente integrado al Puente de La Salve, a tal efecto su diseñador dispuso construir una torre alta con escaleras de acceso al Museo.
Para conmemorar el décimo aniversario del Museo se lanzó un concurso para la construcción de un pórtico rojo; resultó ganador el artista francés Daniel Buren quien tituló a su intervención escultórica Arcos Rojos, en euskera: Arku Gorriak. La nueva estructura, integró aún más al puente con el Museo, adoptando sus formas curvilíneas.
Bajo el puente discurre la Sala 104 del Museo, una enorme galería libre de columnas que alberga la instalación escultórica de Richard Serra: “La Materia del tiempo”. 
El exterior del Museo, cuyo perímetro puede recorrerse íntegramente, presenta diferentes configuraciones desde las distintas perspectivas y sirve también para la exhibición artística, albergando piezas de creadores como Louise Bourgeois, Eduardo Chillida, Yves Klein, Jeff Koons o Fujiko Nakaya. 
Una de las más famosas y fotografiadas es Maman (mamá) una obra de Louise Bourgeois que representa una araña gigantesca confeccionada con bronce, acero inoxidable y mármol. Pesa 22 toneladas, mide 10 metros de altura e igual medida de diámetro. Está situada al borde de la ría y la autora la nominó Maman en homenaje a su madre, capaz de tejer la tela de los afectos y también quedar atrapada en ellos.
Puppy, es una escultura de Jeff Koons enfocada al sentimentalismo. Mide 12 metros de altura, realizada en acero con forma de perro, cubierta con flores vivas. Puppy es un perro de la raza West Higland Terrier, ubicado en la plaza del Museo para recibir al visitante. El collage muestra en la primera foto la tarea del mantenimiento y la segunda tomada años atrás luciendo el decorado de flores tal como se lo presenta habitualmente. 
En conjunto, el diseño de Gehry crea una estructura escultórica y espectacular perfectamente integrada en la trama urbana de Bilbao y su entorno, extendiendo el casco urbano hasta la plaza y la entrada principal del Museo. 
Una vez en la plaza, el visitante accede al vestíbulo descendiendo una amplia escalinata, un recurso infrecuente que, en este caso, resuelve con acierto la diferencia de cota entre la ría del Nervión, en cuya ribera se sitúa el Museo, y el nivel de la ciudad, haciendo factible una espectacular estructura que, sin embargo, no rebasa la altura de las construcciones circundantes. 
La parte más alta del edificio está coronada por un gran lucernario en forma de flor metálica que cubre el Atrio, uno de los rasgos más característicos del edificio. 
Debido a la complejidad matemática de las formas curvilíneas proyectadas por Gehry, éste decidió emplear un avanzado software inicialmente utilizado en la industria aeroespacial, CATIA, para trasladar fielmente su concepto a la estructura y facilitar su construcción. Para la piel exterior del edificio, el arquitecto eligió el titanio tras descartar otros materiales. El acabado de las casi 33.000 finísimas planchas de titanio consigue un efecto rugoso y orgánico, al que se suman los cambios de tonalidad del material según la atmósfera reinante. Los otros dos materiales empleados en el edificio, piedra caliza y vidrio, armonizan perfectamente, logrando un diseño arquitectónico de gran impacto visual. 
Me causó grata impresión: el diseño, los materiales empleados, la solución adoptada para salvar el desnivel con el río, el mantener la misma altura del resto de las edificaciones de la zona, las obras escultóricas que lo rodean predisponen para la exhibición en el interior del Museo. En otro orden me sorprendió la evolución social y económica de la ciudad, siendo el Museo uno de los que más contribuyó al mismo.


2 comentarios:

  1. Clara Alvarez Moncada9 de marzo de 2017, 18:52

    Magníficas las obras de arquitectura que muestra al mundo a través de sus fotos tan ilustrativas y las explicaciones de cada uno. Clara Alvarez Moncada. Córdoba -Argentina

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  2. -Gran obra la tuya, Ignacio / Estoy guardando tus blogs en una carpeta que lleva como título "Joyas" / Abz*Manuel Zelerkraut

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